Un irrigador bucal es un dispositivo de irrigación oral que emite un chorro de agua para que pase entre tus dientes y encías; y que puedas eliminar los restos de comida, placa dental y bacterias. Si lo combinas con la limpieza con hilo dental a diario, un irrigador bucal mejora tu rutina de cuidado bucal.
Otra pregunta sería, ¿Cómo usar bien un irrigador bucal?
- Ya con la boca limpia, cogemos nuestro irrigador y rellenamos su depósito con agua.
- Pone la boquilla en el aparato y también introdúcelo en tu boca, sobre los dientes y en el margen entre dientes y encías.
- Enciéndelo y ve moviendo el chorro de agua a lo largo de los dientes y margen entre encías y dientes.
Pero entonces, ¿cuántas veces al día se puede utilizar el irrigador bucal?
¿Cuántas veces tienes que usarlo? Puedes emplear el irrigador dental tras cada cepillado dental. Y el tiempo estimado de empleo es de unos 5 minutos como máximo cada vez. Eso sí, se recomienda dejar pasar un intervalo de al menos dos horas para regresar a utilizarlo.
Ahora, ¿De qué forma utilizar el irrigador dental?
Colocación: coloca la boquilla en tu boca y, empezando por las muelas, sosten el irrigador separado de los dientes y de las encías. Es preferible que te inclines sobre la pila, para no salpicar agua sobre la encimera cuando lo enciendas.